En 1984, arqueólogos estadounidenses iniciaron una investigación en la zona noreste de Yucatán, centrándose en Ek Balam. Desde entonces, estos expertos visitaban la comunidad del mismo nombre para comer con algunas familias locales. Sin embargo, no fue sino hasta 1994 cuando iniciaron formalmente los trabajos de investigación y conservación del sitio, abriendo la zona arqueológica al público un año después.

 

La comunidad de Ek Balam se encuentra a un par de kilómetros de la zona arqueológica del mismo nombre. Sus habitantes conservan muchas tradiciones mayas ancestrales como el cultivo en la milpa, el bordado, el urdido de hamacas y la elaboración de tortillas, que comparten con los visitantes a través de tours comunitarios por el pueblo.

 

El centro ecoturístico Unajil Ek Balam ofrece además hospedaje en cabañas tradicionales y área de camping; así como servicio de restaurante con deliciosos platillos típicos.