Muchos socios y sociedades de la Alianza, regresaron a actividades primarias como la agricultura, la pesca y la apicultura para subsistir ; a actividades como el comercio; otros adaptaron sus productos a la nueva realidad del mercado como el ejemplo de unas compañeras de San Agustín que en vez de vender blusas bordadas a los turistas empezaron a fabricar cubrebocas bordados. Entre estas adaptaciones destaca como algunas cooperativas retomaron practicas ancestrales como el trueque e hicieron intercambio de productos del mar (pescados) por productos de la milpa y el solar (frutas, verduras, semillas, plantas medicinales) con comunidades vecinas.
Sin embargo la pandemia no fue la única contingencia en la Península de Yucatán durante el 2020, pues la serie de tormentas y huracanes que cruzaron por el territorio fue otro de los grandes retos emergentes, ya que dejaron a su paso inundaciones con afectaciones en varios de las empresas comunitarias. Ante esto los planes de la recuperación se priorizaron con los apoyos brindados por el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el apoyo técnico de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
El plan de recuperación que comenzó con un levantamiento de datos en las 24 empresas comunitarias de la Alianza para cuantificar las afectaciones y daños para luego diseñar una propuesta de trabajo gradual para los destinos.
Durante los meses de cuarentena las personas que integran los proyectos de turismo comunitario de la APTC dieron muestra de su capacidad de resiliencia, adaptación y solidaridad. Si bien tuvo que cerrar las puertas de nuestros proyectos por largos periodos de tiempo por nuestra seguridad, esta pausa también incluirá realizar labores de limpieza y mantenimiento de nuestros centros, así como enfocarnos en capacitaciones, adaptaciones o creaciones de nuevas experiencias.
En los momentos de crisis es cuando nos vemos forzados a replantear nuestras formas de vida. Esto también se vivió en las empresas comunitarias que integran la alianza debido a la contingencia provocada por la pandemia del coronavirus que trajo consecuencias negativas para el turismo comunitario. Sin embargo ESTO nos obligó a salir de Nuestra zona de confort y buscar Nuevas Alternativas, pero Sobre Todo, aprendimos a revalorar cosas que dábamos por sentado, las cosas más simples y valiosas.
Algo muy importante para la recuperación fue la creación de la certificación colaborativa, el sello Viaja Seguro y Solidario Viaja Turismo Comunitario , como parte de un proyecto del Dr. Samuel Jouault, apoyado por el Colegio Nacional de Ciencias y Tecnología (CONACYT) que implicó el análisis y síntesis de más de 15 protocolos en materia de seguridad sanitaria, tanto públicos como privados, de prevención anti-covid.Apoyados por el PNUD y la UADY, revisado por la Secretaría de Salud Indígena y contando con las colaboración de las empresas comunitarias de la Alianza se pudo diseñar este sello y aplicarlo en las 24 empresas que conforman la APTC, este sello es avalado por numerosas organizaciones tanto nacionales como internacionales y su principal objetivo es salvaguardar la salud de las comunidades y los visitantes, así como brindarles mayor seguridad.
Cuando creas que es el momento conveniente después de tantos meses de encierro te invitamos a conocer los destinos de la Alianza Peninsular de Turismo Comunitario de la península de Yucatán (APTC), donde, de la mano de gente local capacitada y con amplia experiencia conocerás proyectos de ecoturismo, naturaleza y cultura que te sorprenderán y llenarán de gratas experiencias, siempre cuidando tu seguridad.
¡Visítanos, disfruta, aprende y sorpréndete!
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